En ella se exaltaba la actuación que dichos cuerpos habían tenido en esa semana trascendental. Además, por medio de esta proclama se dispuso que los batallones militares existentes se elevaran a Regimientos, a la vez que se anunciaban las previsiones para una reorganización de la Caballería y de la Artillería Volante.

 Estas reformas orgánicas de las fuerzas existentes constituyeron, ni más ni menos, los primeros pasos hacia la formación del Ejército Patriota que iniciaría el camino de nuestra Independencia