La diputada señaló que "la inquietud ante los accidentes de tránsito" es lo que la impulsó a elaborar el proyecto en cuestión, y dijo que los alcoholímetros serán "voluntarios", de tal modo que el conductor, si cree que bebió más de lo aconsejable, pueda medir su nivel de alcoholemia antes de salir a las calles. "No es una cuestión policíaca, sino de conciencia", agregó la legisladora.

"No va a haber nadie en el bar o en el restaurant que obligue al comensal a medirse", afirmó López, puesto que la ley no contempla un contralor externo, sino una suerte de autocontrol.