La medida de fuerza se debe a que la empresa, según Santillán, no se ha sentado a dialogar como corresponde. El malestar de los trabajadores se debería a la presión que ejercen algunos supervisores y líderes de recursos humanos.

Hoy por hoy, la empresa hace que el personal trabaje de muy mala manera, resaltó el referente gremial. “La presión es de todo tipo y clase, de la forma más sutil hasta la más directa”, agregó.

Los manifestantes reclaman un cese de presión, tras sentirse agotados por haber planteado distintos reclamos que no fueron escuchados, expuso Santillán.

 La situación entre ambas partes atraviesa un momento muy complicado y los trabajadores aguardan ser escuchados. Mientras tanto, han paralizado totalmente la actividad en ambas sedes de la Fábrica y no permiten el ingreso a ningún integrante del personal.