Con la coordinación de la autora Norma M Guerra, en el taller de la fecha se abordará la obra teatral “Africa (Un continente)”, de la dramaturga Patricia Zangaro. Además y como es costumbre, se leerán pasajes de la obra de un autor local, en este caso, “Amores, utopías y turbulencias” de Juan Pablo Goñi Capurro.

Patricia Zangaro nació en Buenos Aires en 1958. Es actriz, dramaturga y docente,egresada de la Escuela Municipal de Arte Dramático. Escribió entre otras obras: "Auto de fe... entre bambalinas", "Ultima luna", "Náuseas y variaciones en blue", "A propósito de la duda", "Las razones del bosque", "Tiempo de aguas" y "Una comedia bareback sobre el sida" que se han estrenado en importantes salas del país. Ha adaptado o versionado entre otras obras: "Bola de Nieve", "Las visiones de Simone Machard", "Shylock, el mercader de Venecia", "Hombre y superhombre" y "Aniquilados".Sus obras se publicaron en Londres, Brasil, Francia y España.
Recibió los Premios: Primer Premio Municipal, Leonidas Barletta, Premio Pepino 88 y Trinidad Guevara.
La obra teatral “Africa (Un continente)”, tiene como escenario la terraza de un rascacielos en una ciudad cualquiera. El encuentro azaroso de un hombre, una mujer, una muchacha y un chico. Atravesarán la noche discurriendo con alguna hostilidad, con cierto hastío. Mientras un hombre negro agoniza, abajo. Como un continente que se hunde en el olvido, África...un continente se articula en torno a ese otro que no se ve ni se oye, silenciado por el parloteo vacío de la urbe. Eso es: "África...un continente", creado por Patricia Zangaro. Cuatro conflictividades interiores, vulnerables, apocalípticas, tan diferentes entre sí pero conformando un sólo bloque frente a ese "otro" allí abajo que espera. Estos personajes sin nombre ni prototipos mediocres, pero tan identificables como la madre suicida, la hija lesbiana, el mitómano francotirador y el pintor "asesino", tejen una trama con registro dramático y tintes de misterio e intriga. Todos trepan a la terraza con sus vidas a cuesta desdibujadas, transitan el abismo del dolor y al amanecer ya no son los mismos. En esta obra, lo desconocido se torna siniestro, el otro significa peligro y la compasión y el encuentro, lamentablemente, no son posibles. Zangaro nos hace repensar si la comprensión y la compasión que siente por los excluidos del mundo es suficiente. ¿Realmente miramos al que sufre? Sin embargo, deja una ventana abierta para que respire la esperanza