Fue la primera vez que Salaberry habló con el ex cardenal, ya nominado como Francisco I.

En primer término se refirió a las diferencias que pudo percibir en la primera impresión.

Afirmó que ahora, Francisco se ríe más en público, de lo que lo hacía Bergoglio.

Indicó que Bergoglio siempre tuvo muy buen humor en privado, pero en público no se lo veía igual.

Sostuvo que ahora, prácticamente él no puede tener, como lo tenía cuando era Cardenal, muchas cosas en el ámbito privado.

Salaberry además, insistió que muchos descubrieron al Papa, una vez que fue nominado.

Manifestó que siempre Bergoglio dijo lo mismo, pero muchos lo leen y encuentran sentido ahora.

Consideró que el Papa anima e impulsa a todos y esto viene bien para “ponernos en camino”.

Agregó que esta fiesta es para pensar en valores que no hay que perder.

Mencionó “el amor a la familia esté como esté”, ya que la familia del “cuadrito” no puede sostenerse hoy; el amor a la vida y a la pobreza.

Respecto a la charla con Francisco, explicó que no son diálogos en los que se hagan recomendaciones, sino que son fraternos.

De todos modos, en referencia a la vida de la Iglesia Católica, rescató que varios obispos auxiliares de la Diócesis porteña, donde reportaba Bergoglio, fueron titularizas y enviados a otras diócesis.

Explicó que esto habla del buen hombre que es Francisco, porque deja que el Arzobispo Poli arme el equipo que él quiera tener, y con esta movida, pierde influencia en el lugar que Bergoglio ocupaba antes.

Por otro lado, Salaberry confía en que Francisco pueda avanzar en una mayor participación de las Diócesis en los problemas universales de la Iglesia.

Consideró que para estar actualizado en todos los temas y lugares, no pueden pasar todas las decisiones por una sola cabeza, debido a la diversidad que existe en la Iglesia Católica.

Puso como ejemplo que no es lo mismo la pobreza que existe en Japón, que la que hay en la Argentina.

Por último y respondiendo a una consulta relacionada con la política, Salaberry cree que Francisco nunca se opondría a la designación de un sacerdote al frente de la Se.Dro.Nar, como es el caso de Juan Carlos Molina.

Indicó que el Papa comparte, a nivel general, todo lo que la Iglesia pueda hacer para luchar contra la drogadicción en el país.

Además, Salaberry recordó que varios obispos que trabajan el tema drogas,  asistieron a la asunción de Molina al frente de la Secretaría y que ellos, a través de un documento de la Conferencia Episcopal habían pedido que la dependencia tuviera un titular.