Martes 16 de Abril de 2024

LA REGIóN

11 de enero de 2014

Henderson despidió a Gabito

En sentido adiós le dieron sus padres y sus amigos a Gabito Rodríguez, una de las víctimas de tragedia de Gesell. Y todo el pueblo de Henderson se sumó en la dolorosa despedida.

"Nunca te olvidaremos Gaby”, dijo con la voz quebrada uno de sus amigos de El Vielazo, la agrupación de motoqueros que le brindó una emotiva ceremonia de despedida en el cementerio de Henderson. Una treintena le dejó su camiseta en el cajón, envuelto en una banderea de la agrupación.

Los motoqueros fueron los últimos en irse, abrazados y con los ojos enrojecidos, de al lado del de su compañero fallecido. Y quienes consolaron hasta último momento a la madre de Gabriel, Ana Ramírez y al padre, Edgardo.  

Después de un velatorio que duró toda la noche, el cuerpo de Gabriel Rodríguez, un joven de 20 años que trabajaba en el boliche del pueblo y era integrante de una agrupación de motoqueros El Vielazo. Allí reina el compañerismo y la lealtad, en la calles y en la ruta: “siempre estaba”, dice Nicolás Corsi, para hablar de Gabriel Rodríguez.

El cortejo paralizó Henderson. Unos ciento cincuenta autos y medio centenar de motos recorrieron una decena de cuadras para llegar a la iglesia Santa Teresita. Allí el adiós religioso se lo brindó el padre Tomaz. La iglesia desbordó: muchos quedaron afuera. Entre ellos el intendente Enrique Tkcik, quien cortó sus vacaciones por la conmoción de la muerte de Gabito y el impacto en los otros jóvenes, sobrevivientes y amigos.

Este pueblo de 9.500 habitantes ubicado a 460 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires llora la muerte de Gabriel. “Era un pibe querido. Por el boliche y por las motos, lo conocían todos. Pero lo querían”, dice Maximiliano Alvarez, periodista de El callejero, el diario digital de Henderson. Y agrega, con la fila de autos del cortejo: “nunca se vio algo así”.

La muerte de Gabriel los golpeó. Pero también el susto y el dolor por el grupo de jóvenes que lo acompañaban y que se salvo. Gerónimo Salvucci, Uciel Calderón, Rafael Viñuela y Julián Mateos, quienes estuvieron en el balneario Afrika de Gesell la tarde del rayo, acompañaron a Gabriel en su último adiós.

Los amigos motoqueros de Gabriel rodean a Ana, la madre. Le dan fuerzas, en cada abrazo,  en la puerta del cementerio. “No sé si podré seguir”, dice la maestra, llena de sufrimiento por el hijo único que se fue. De fondo se escucha otro aplauso a Gabito, la forma que eligieron sus compañeros de despedirlo.



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