“El calor extremo afecta a personas de cualquier edad, pero especialmente a ancianos y niños, que son los que menos compensan la pérdida de líquido por la transpiración y la orina, por lo que se debe asegurar una adecuada hidratación de manera permanente, aunque no tengan sed”, explicó el ministro y agregó que “también es muy importante extremar los cuidados con la manipulación y conservación de los alimentos para evitar el síndrome urémico hemolítico, la salmonelosis o la hepatitis A, entre otras enfermedades transmitidas por alimentos”.

Por su parte, el director provincial de Atención Primaria de la Salud, Luis Crovetto, destacó que “en estos días debemos evitar exponernos al sol en horas pico y aplicarse protector solar si es indispensable realizar actividades al aire libre, además de beber agua antes, durante y después de la actividad”.  Y recordó que se pueden consultar todas las recomendaciones en la página del ministerio de Salud, en el link http://www.ms.gba.gov.ar/Transitorios/consejos-saludables-verano-2014.pdf

Las señales del golpe de calor varían, pero pueden incluir una temperatura corporal extremadamente elevada (por encima de 39.5°C), dolor de cabeza, náuseas, mareo y piel enrojecida, caliente y seca (sin sudor). Además, el pulso y la respiración suelen ser más débiles.

Frente a la aparición de estas señales, es importante no demorar la consulta médica. No obstante, y hasta tanto se produzca la asistencia médica, se puede enfriar a la víctima rápidamente con cualquier m��todo a disposición, como introducir a la persona afectada en una bañera con agua fría o bajo una ducha fría, rociarla con agua fría con una manguera, aplicarle agua en todo el cuerpo con una esponja, abanicarla.