Las imágenes dan cuenta de la intervención de los bustos de Evita, Perón, Sarmiento, Gardel, Monseñor Adducci, el Dr. Viñuales, entre otros.

Aclararon mediante un mural que, tal como habíamos dicho, los monumentos solo tienen caretas puestas, sin haber sufrido ningún tipo de daño.

En su Facebook, la agrupación subió un fragmento de un libro de un teórico de la comunicación para enmarcar la intervención.

"El carnaval es aquel tiempo en que el lenguaje de la plaza alcanza su plenitud, la afirmación del cuerpo del pueblo, del cuerpo-pueblo y su humor. La parodia hecha cuerpo, carnaval. Con sus dos dispositivos claves en la risa y la máscara".

"La risa no en cuanto gesto expresivo de lo divertido, de la diversión, sino en cuanto oposición y reto, desafío a la seriedad del mundo oficial, a su ascetismo por el pecado y su identificación de la valioso con lo superior. La risa popular es, según Bajtin, “una victoria sobre el miedo” ya que nace justamente de tornar risible, ridículo, todo lo que da miedo, especialmente lo sagrado (del poder, de la moral, etc.) que es de donde procede la censura más fuerte: la interior. Mientras la seriedad empata con el miedo, lo prolonga y proyecta, la risa conecta con la libertad".

"La máscara, el otro dispositivo de lo cómico y del carnaval, dice aún más plenamente la negación de la identidad como univocidad. La máscara está en la misma línea de operación que los sobrenombres y los apodos: ocultación, violación ridiculización de la identidad, y al mismo tiempo realiza el movimiento de las metamorfosis y las reencarnaciones, que es el movimiento de la vida. Pero la máscara juega también sobre otro registro de sentido, es estratagema de encubrimiento y simulación, de engaño a la autoridad y volteamiento de las jerarquías".  De los medios a las mediaciones: comunicación, cultura y hegemonía. Jesús Martín-Barbero