Jueves 28 de Marzo de 2024

LOCALES

19 de marzo de 2014

La dictadura en los pueblos: cine y charla con Araceli Gutiérrez

La Cámpora Olavarría convoca a toda la comunidad a la proyección del film “Crónica de una Fuga”, este sábado a las 19 en la sala INCAA de la localidad de Hinojo, en una jornada conmemorativa del Día de la Memoria, por la Verdad y la Justicia. El encuentro contará con la presencia de la militante y ex detenida en Monte Peloni Araceli Gutiérrez, quien conversará con el público sobre su experiencia de vida en el marco de la militancia juvenil sobre la que recayó de manera directa la dictadura en la ciudad de Olavarría.

Esta jornada tomará como punto de partida el film de Adrián Caetano que recrea lo sucedido en el Ex Centro Clandestino de detención Mansión Seré (Morón), hoy recuperado como espacio de la Memoria. La intensión de este encuentro es motivar la compresión de lo sucedido en la Ciudad de Olavarría durante la dictadura militar.

Quizás estemos acostumbrados a escuchar que la última Dictadura Cívico Militar que gobernó nuestro país entre 1976 y 1983 no llegó a los pueblos del interior, o su intervención no se dio con la misma intensidad que lo sucedido en epicentros como la ESMA. Y frente a esta lectura de nuestra historia reciente, es posible proponer una mirada más amplia.

Por un lado, no acotar la comprensión del proceso militar a su dimensión represiva, sin tener en cuenta el disciplinamiento de la sociedad civil que atravesó gran parte de nuestras costumbres y que se expresó en mayor medida en ese “mejor no meterse en política” o “la política es mala” que aún en la actualidad persiste y entumece la decisión de muchos y muchas jóvenes a la hora de participar. También tener en cuenta a aquella otra cara de la dictadura que es la violencia económica; esa realidad que recayó sobre nuestro pueblo a lo largo y a lo ancho de la Argentina, afectando a los trabajadores y a la industria nacional y que pasó a formar parte de los problemas a resolver por los gobiernos democráticos que se sucedieron desde 1983, cuando Raúl Alfonsín inició la etapa de recuperación de la democracia.

Sin embargo, Olavarría no es cualquier pueblo del interior, dado que al ser una ciudad tempranamente industrial se caracterizó por una importante participación sindical y militancia juvenil durante los ’70. Este año nos tocará abrir los ojos hacia lo que sucedió con esa militancia en el ex Centro Clandestino de Detención Monte Peloni, hoy recuperado como Espacio de la Memoria.

A nivel nacional, el proceso iniciado en 2003 con la reactivación de los juicios por delitos de lesa humanidad de la mano de Néstor Kirchner, se ha recuperado gran parte de esa verdad que por mucho tiempo cuidaron las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, H.I.J.O.S y tantas organizaciones de derechos humanos, frente al ocultamiento del cual el poder político fue cómplice.  Y esta nueva etapa de Memoria, Verdad y Justicia se caracteriza por una recuperación de la participación política juvenil y el creciente acompañamiento por parte de la sociedad en general en la búsqueda de la verdad, tal como sintetiza la consigna de H.i.J.O.S: “A los genocidas los juzga un tribunal, pero los condenamos todos”.

En Olavarría, la Verdad ante el ocultamiento, sostenida por los militantes de derechos humanos y familiares de desaparecidos comenzó a despertar con el Juicio realizado en 2011 en Tandil por el asesinato del abogado y militante Caros Alberto Moreno, que dejó al descubierto la complicidad de la empresa Loma Negra con el proceso, con la desaparición de este compañero.

Este año se inicia una nueva etapa que será intensa para toda la comunidad de Olavarría con el juicio por la causa Monte Peloni. En este contexto, Araceli Gutiérrez además de tener un rol jurídico como testigo en el juicio, ha asumido un importante rol social como militante, como testimonio vivo de esa verdad tan dolorosa de la que paradójicamente tenemos que estar felices de que salga a la luz, junto a la condena de los represores militares y cómplices civiles.

Este  24 de Marzo, lejos de ser una efeméride institucional, es un día de importancia para avanzar en la comprensión de lo que significó la dictadura en toda su complejidad y mirar con atención las heridas que aún no cierran en Olavarría.



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