Con respecto a tener o no armas en casa, Matta  dijo que las armas de fuego en los hogares producen muertes a diario .Es cierto que esto es un debate en la Argentina pero él cree que son un costado de la violencia, muy especifico, y la situación de tener armas de fuego en la casa, pasa unos límites incontrolables, porque ellas  están creadas para matar, porque su naturaleza es la de la muerte.

No es que matan en situaciones  familiares  complejas sino  también en accidentes, es muy común por mala manipulación de las mismas y no necesariamente vinculadas a otras circunstancias.

Cuando uno considera las razones de la compra, es la defensa personal. Sin embargo un setenta y cinco  por ciento de las muertes son por accidente, la gente compra para defenderse y esa misma arma, termina matando a personas de su mismo círculo.

Hay un consumo de productos personales que pone a la persona fuerte y armada que llama su atención y solo es entendible en el cine, en la televisión y no está en la naturaleza humana, que haga a las armas interesantes. Es la por la cultura, el sentido que se les da.

Estamos complicados, dijo, pero los EEUU lo están más aún, y no es sólo la existencia de las armas, es el problema, sino el contexto en que se producen estos desenlaces tan trágicos.

Cuando hay tanta intolerancia y problemas para dialogar, y además esquemas de imposición, y  a eso se le agregan armas de fuego, la situación es complicada. Afirmó Matta que  hay una ilusión que nos juega. Una trama a su modo de observar esto, que tiene que ver con que la regulación legislativa puede resolver toda la problemática social.

Hoy nos convoca además del de Mendoza, otro hecho que se ejecutó con una pistola reglamentaria en su tenencia, y la aptitud psicofísica estaba en orden, y este joven termina matando en la vía pública a otro.

Matta se pregunta ¿Cómo se controla entonces esta situación, en estos dos casos tan puntuales, y también en la mayoría?

A él le parece que es una vieja discusión. Sostiene que con mayor regulación no se podría controlar esto. Porque la manipulación de estas armas, con momentos de crisis en la vía pública, o en otra circunstancia, el psicofísico no los cubre.