Quienes transitan los fines de semana la calle Independencia, cercano al acceso de ruta 226, pueden ver familias enteras diseminadas a lo largo del enorme predio, trabajando con palas, escombros, carretillas. Todos juntos en un esfuerzo comunitario con el sueño de tener su vivienda propia.

Tres de los adjudicatarios, junto al Pastor Ibáñez al frente del Consejo Pastoral, explicaron su modo de trabajo y también agradecieron la solidaridad del conjunto de la sociedad.