Con la unión de los sindicatos obreros del sector de la industria del vidrio, se instauró en 1944, el 11 de junio como el Día del Vidriero. Un oficio que conjuga la minuciosidad del trabajo del artesano con las más estrictas medidas de seguridad de cualquier actividad industrial. Si hay un decálogo del vidriero, se incluye en él la necesidad de remarcar que "lo principal es trabajar con mucha seguridad, con responsabilidad y material de calidad.