Viernes 19 de Abril de 2024

LOCALES

13 de diciembre de 2014

Ingeniería busca optimizar la explotación del girasol

La explotación de los recursos requiere una logística integral y científica que brinde una solución a cuestiones como la calidad de la materia prima, el transporte y el tratamiento residual, entre otros. Todos estos aspectos, aplicados a la semilla de girasol, se integran en el proyecto del grupo de investigación TECSE (Tecnología en Semillas y Alimentos) de la Facultad de Ingeniería de la UNICEN, que recibió un subsidio de la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC) de la provincia para avanzar en sus estudios sobre esa planta

La investigación aborda una línea de trabajo que el TECSE trabaja desde hace varios años, que es el procesamiento del girasol y particularmente su descascarado. En este sentido, busca optimizar las condiciones del descascarado de la semilla para reducir la migración del aceite a la cáscara, y a su vez, diseñar un tratamiento de este residuo para facilitar su uso como componente calorífico para calderas.

El proyecto lleva el nombre de "Alternativas tecnológicas para la utilización del procesamiento de granos de girasol", está dirigido por la ingeniera Isabel Riccobene, y busca avanzar en su utilización dentro de la industria aceitera. De acuerdo a la Asociación Argentina de Girasol, el principal producto de la molienda de girasol y el que contribuye casi excluyentemente a su valor, es el aceite. El resto, principalmente harina de proteína vegetal, se vende como insumo forrajero para la producción de carnes y leche.

En palabras de la ingeniera Riccobene, "el girasol es un grano que tiene valor por el aceite que es posible extraer de él. En función de eso es que muchas modificaciones se les han hecho a las semillas, híbridos, variedades, para tratar de obtener mayor cantidad de aceite", explicó la especialista. Indefectiblemente, este tipo de semillas con mayor contenido óleo tiene una cáscara más fina, que en el proceso de descascarado ocasiona una serie de inconvenientes. Como este proceso se produce por impacto, al golpear la semilla para que desprenda la cáscara, migra aceite a ésta, por el propio impacto. Además, en las cáscaras se localizan las ceras, las cuales ocasionan problemas de turbidez en el aceite frío, afectando su procesamiento y comercialización.

A escala industrial

El objetivo del proyecto es encontrar una forma de descascarar la semilla de girasol, reduciendo la migración del aceite a la cáscara. Estos experimentos se realizan en los laboratorios de  Ingeniería Química, para luego aplicarlos a una escala industrial.

"Lo que buscamos es optimizar estas condiciones de descascarado para minimizar la pérdida de aceite ya sea por migración a la cáscara o por el impacto. A través de él, se generan partículas muy finitas, menores a 2 milímetros, que llevan pepa, y si llevan pepa llevan aceite, y si llevan aceite llevan plata. Entonces esa es toda una historia de gran interés para la industria", explicó la ingeniera Riccobene.

Residuos

La cáscara de girasol es un residuo agroindustrial, fuente de energía renovable de aplicación directa con impacto económico y medioambiental. Sin embargo, posee baja densidad volumétrica, razón por la cual es necesario evaluar alternativas para reducir el volumen, optimizar el transporte y el almacenamiento.

Una forma de reducir su volumen es mediante un proceso de molienda. Mediante un molino de cuchilla, es posible reducir a la mitad la densidad aparente del material. Bajo esta forma la cáscara es de utilidad para hornos cementeros, donde el combustible se alimenta mediante inyección con aire, requiriéndose una rápida combustión.

Los resultados obtenidos y las investigaciones en desarrollo son un aporte a la optimización integral del proceso productivo de la agroindustria aceitera, y a la mejora de la calidad de sus productos y subproductos, tendiendo a incrementar la rentabilidad y sustentabilidad de esta cadena de valor.



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