El proyecto de construir la huerta nació en el 2013 y lleva dos años de trabajo ininterrumpido. Surge a partir del interés de uno de los grupos de reflexión que coordina el Equipo de Abordaje Psicosocial integrado por la Licenciada en Psicología Alejandra De Lazzer y las Operadoras en Psicología Social Virginia Maciel y Verónica San Martín, que desde hace cinco años, trabajan con privados de la libertad en diferentes grupos y proyectos, con la finalidad de bajar los índices de violencia

“El objetivo es cultivar alimentos en sistemas de huertas familiares y realizar un aprovechamiento integral de los espacios donde desarrollan sus actividades, como así también, apropiarse de nuevas herramientas de trabajo, aprendiendo un nuevo oficio. Por otra parte, hacer la huerta no sólo implica un espacio determinado dedicado al cultivo de hortalizas, sino que es además, una práctica integral que incluye nuestras acciones cotidianas relacionando todos los elementos de nuestro contexto.  Así, una huerta, puede tener múltiples objetivos: económicos, culturales, terapéuticos, educativos, recreativos, mejorías en la alimentación y mejorías en nuestro entorno”, explicaron las integrantes del Equipo.

Para el  desarrollo del proyecto, el Equipo contó con la colaboración del INTA de la ciudad de Olavarría. Este organismo agro-tecnológico realiza donaciones de semillas y brinda asesoramiento a los integrantes de la Huerta Orgánica. La jefatura de la Unidad N°2, también colaboró con la predisposición y otorgamiento de un espacio físico intramuros para su concreción.

Hoy, la huerta tiene en su haber dos años de cultivo de hortalizas que han sido aprovechadas por los privados de la libertad de la Unidad y un espacio donde crece la sociabilización, la responsabilidad y se canalizan ansiedades.