En tanto que Ramón tiene a su cargo la tarea agrícola. Su interés por el cultivo es de larga data ya que hace unos años decidió estudiar en el Centro de Formación Profesional Nº 402 que funciona en esa cárcel. Especialmente se interesó en el curso ‘Práctica en Huerta’ y al finalizarlo le ofrecieron realizar esta huerta en un predio de 40 por 80 metros a cielo abierto donde puede aplicar todo lo aprendido y plasmarlo en su labor diaria.

“La siembra que empieza en agosto es de maíz, zapallo y además las verduras anuales. Ahora en este momento estoy por plantar semillas de zanahoria en almácigos y las semillas las saco de las flores cuando dejo que algunas florezcan. Otras semillas las aporta en el Centro de Formación Nº 402 donde hice el curso de huerta y gracias a eso me dieron esta tarea. A veces ponen una persona para que me ayude”, explicó Ramón.

Previamente la tierra es trabajada, revuelta, limpiada y preparada para el cultivo. 

Entre los meses de octubre hasta noviembre se siembra choclos, tomates, sandia, zapallos, perejil, melones, remolacha, rabanitos, perejil, cebolla de verdeo, albahaca, morrones, calabaza y ajo porro para que haya una producción variada.

“Otras verduras que tengo para sembrar son lechuga, ajo puerro, apio y perejil. En agosto se siembra zapallo choclo, sandia, melones, lechuga y en primavera se cosecha. A mi este trabajo me gusta, es una terapia, estoy trabajando al aire libre, aprovecho lo producido para mi consumo y comparto con mis compañeros que son los otros trabajadores”, cuenta Ramón, mientras carga con orgullo un enorme zapallo de su producción.