El último parte veterinario oficial antes de eso subrayó que la elefanta presentaba “una desmejora en su estado de salud, manifestando también por momentos señales de deterioro y dolor, por lo que se le brindaron calmantes; no obstante, evidencia un cuadro irreversible”, señala el Diario El Día.

El comunicado precisó que “se la mantuvo hidratada, con suero fisiológico, y aislada térmicamente dentro de una carpa, con mantas y calefacción de exteriores”. Y recordó que “Pelusa padeció en los últimos cinco años pododermatitis crónica en sus patas traseras, enfermedad común en elefantes que se encuentran en cautiverio, originada por la imposibilidad de poder caminar grandes distancias”.