El Padre Peter Oliver junto a la catequista Celia María Moncany, quienes llevan adelante esta labor, han provisto el material necesario para confeccionarlos y los internos dedicaron su tiempo al armado de los rosarios.

“Esta labor ya se había hecho hace un tiempo para el seminario de los hombres y es muy grato ver cómo los privados de la libertad pueden encontrar bienestar a partir de la obra artesanal que fue entregada a quienes dedican su vida a Dios”, expresó el Padre Peter.

Además de los rosarios, los internos armaron un afiche que enviaron al seminario donde expresaron sus ofrecimientos a Dios durante los mismos días en que transcurrió el Cursillo de Cristiandad.