Los uniformados arriban al domicilio por un llamado al 911.

En ese momento y lugar dan con Rubén Alejandro Frías, de 22 años y con un chico de 17, que tenían en su poder un minicomponente, una conservadora, un paquete de servilletas y un casco color gris.

La policía los acusa de forzar la puerta de la vivienda para hacerse de esos elementos.

Fueron trasladados y notificados de la formación de una causa caratulada robo triplemente agravado por efracción, escalamiento y por la comisión con un menor.  

El adulto quedó alojado en la comisaría, mientras que el chico fue restituido a su tutor.