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14 de noviembre de 2018

Internos bonaerenses competirán en la fase nacional de Feria de Ciencia y Tecnología

Seis privados de libertad de la Unidad 2 Sierra Chica, con un proyecto de marcos de anteojos de madera, y 15 detenidos de la Unidad 43 La Matanza, con una investigación matemática, avanzaron a la última etapa del certamen que tendrá lugar en Córdoba entre el 26 y 30 de noviembre. Compitieron con 5.475 emprendimientos elaborados por más de 82.000 alumnos de toda la Provincia

Alumnos de escuelas cárceles bonaerenses pasaron la etapa provincial de la Feria de Educación, Arte, Ciencia y Tecnología y entre el 26 y 30 de este mes competirán en la fase nacional que se llevará a cabo en Córdoba.

 

Se trata de seis internos que asisten a la Escuela de Educación Media N° 5 que funciona en la Unidad 2 Sierra Chica, los que elaboraron un proyecto de economía social y solidario, al transformar madera de descarte en marcos de anteojos, bajo el título “Mirando el futuro”.

 

Por su parte, 15 estudiantes privados de libertad del primer año del Centro de Educación del Nivel Secundario (CENS) N° 458 de la Unidad 43 La Matanza conformaron el proyecto matemático “El número de oro y la apreciación de la belleza en la adorada adultez”.

 

Las dos investigaciones fueron evaluadas a fines de octubre en la instancia provincial de la 46 edición de la feria mencionada por jurados en la localidad bonaerense de Esteban Echevarría y fueron seleccionadas para competir en la epata final.

 

Sobre la experiencia, el ministro de Justicia de la provincia de Buenos Aires, Gustavo Ferrari, dijo que “buscamos darles a los internos oportunidades de reinserción social para que la prisión no sea un intervalo entre delitos. Y como nos indica la gobernadora María Eugenia Vidal, priorizamos el trabajo y la educación como herramientas de cambio”.

 

El proyecto denominado “Mirando al futuro” participó entre 340 trabajos y junto a otros 55 pasó a la fase nacional. La Feria es una muestra de diferentes proyectos de indagación, de trabajos científicos y tecnológicos, con aportes originales realizados por niños, jóvenes y adultos con la orientación y asesoramiento de docentes, especialistas o investigadores.

 

Héctor es uno de los alumnos alojado en la cárcel de Sierra Chica que concurrió a la instancia Provincial junto a las docentes. “El hecho de ir a Esteban Echeverría fue muy lindo, me sorprendió la calidez de la gente, no hay discriminación ni diferencias”, dijo el interno.

 

El trabajo que presentó Héctor, en representación del grupo conformado por seis compañeros, se enmarcó en los proyectos de economía social o solidario y aludió directamente a una imperiosa necesidad entre sus pares: la provisión de anteojos. Luego de implementar un sistema de encuestas detectaron la existencia de internos que concurren a la escuela y que presentan problemas en la visión lo cual les dificulta, en muchos casos, vincularse con los aprendizajes.

 

Héctor se incorporó al proyecto porque “yo también necesito lentes, no veo bien. Al principio nos juntamos con la profesora y le contamos acerca de esta necesidad que muchos compañeros tienen de usar lentes. Esto paso el año pasado, ya hace dos años que estoy en el proyecto, ahora estoy en segundo año de la escuela secundaria, en la Unidad 2 terminé mi primaria”.

 

Este dato impulsó a los alumnos y a las docentes Marina Castagnino, Claudia Valerio y Mercedes Téllez que desde hace dos años se encuentran trabajando y perfeccionando la confección de marcos que fabrican en madera terciada reciclada, material que obtienen de sobrantes y desperdicios en diferentes industrias de la ciudad.

 

“Poder llevar nuestro trabajo con Héctor, uno de nuestros alumnos, fue una hermosa experiencia. En estas Ferias lo importante es llevar a los alumnos para que socialicen, aprendan, incorporen ideas nuevas y puedan analizar otras miradas. Comparten con gente que está a la par de ellos, trabajando a pulmón”, comentó la docente Marina Castagnino.

 

Para que puedan avanzar es fundamental el aporte de la comunidad y de los propios docentes, “en este momento necesitamos bisagras y colaboran las ópticas y conocidos, les pedimos los anteojos en desuso o rotos para obtenerlas. Hay mucha gente que pone su granito de arena y eso para nosotros es importantísimo. Estamos trabajamos en el taller casi sin herramientas, el año pasado sólo contábamos con un cuter, lijas y una sierra de mano, este año la cooperadora logró comprar un torno y nos prestaron una caladora de banco”, comentó la docente.

 

El objetivo es hacer los marcos en el taller, que los internos tengan una consulta con el oftalmólogo de la Unidad quién evalúa su necesidad y les da la receta, cuando la familia va a visitarlos se lleva el marco con la receta y después les traen los anteojos completos con los vidrios. “Trabajar en un contexto de encierro no es fácil, todo lleva otros tiempos por la rutina que se da en ella, en este taller lo importante es que todos conocen todo el trabajo y cuando alguno de ellos no está, lo continúan los otros”, relató Castagnino.

 

 “Cuando veo a mis compañeros con los lentes que hacemos en el Taller me da mucha emoción y ganas de seguir hacia adelante -contó emocionado Héctor-, en un futuro quiero vivir de esto y pienso que los estoy haciendo bien. Este año somos emprendedores, porque el proyecto tiene la finalidad de ser un emprendimiento. Para la final en Córdoba estamos preparándonos para hacer una presentación mejorada con nuevos modelos de lentes y con colores”. 

 

Los alumnos continúan desarrollando el proyecto y en esta etapa lo harán con el aporte de la Facultad de Ingeniería a través de Franco Chiodi, quién se encuentra a cargo de las prácticas de los estudiantes que se están por recibir de ingenieros industriales y están realizando la moldería en tres medidas diferentes con una impresora 3D en plástico que reemplazará los moldes de cartón que fácilmente se rompen con el uso.

 

“El trabajo tiene todo un proceso que lleva su tiempo y es fundamental contar con las herramientas para el marcado, corte y arqueado. Vamos despacio, corrigiendo errores para mejorar el producto. La optimización del proceso es uno de los puntos que se encuentra en permanente análisis y avance gracias a la colaboración de la Facultad y sus alumnos. Esto permitirá llegar a producir -destacó Castagnino- la cantidad necesaria de marcos para los internos de todas las Unidades del Complejo Penitenciario Centro Zona Sur”.

 

Córdoba los espera, un nuevo desafío que seguramente los impulsará a continuar trabajando y perfeccionando esta labor solidaria que beneficiará a muchos de sus pares.

 

Por su parte, el proyecto surgido en el penal de La Matanza fue defendido por los internos a través de una video llamada.

 

Los expositores trabajaron bajo la supervisión de la Profesora Tatiana Benítez y luego de defender el proyecto los alumnos se mostraron muy emocionados y satisfechos por el desempeño ante el jurado y por haber representado el trabajo de todos sus compañeros. Cabe destacar que fueron 15 internos los que trabajaron en el proyecto de búsqueda del número de oro, que es un concepto matemático y estético, simulando una minicomunidad científica, donde se dividieron en subgrupos para llegar a un resultado y ponerlo en común para un resultado final.

Los alumnos del CENS 458 fueron felicitados por el jurado evaluador por su defensa y le manifestaron a Benítez haberse quedado sorprendido por el nivel y el vocabulario utilizado.

Cabe destacar que los trabajos llegaron a la instancia provincial luego de haber participado y superado alguna de las 135 ferias distritales que se llevaron a cabo en todo territorio bonaerense donde se presentaron un total 5.475 trabajos de investigación y contaron con un total de 82.125 estudiantes y 9.958 docentes involucrados.

 



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