Señaló que lo ideal sería que nadie genere muchos desperdicios de este tipo y que cada vez que hay una jornada, vaya poca gente. Pero para eso hay que pensar antes de consumir.

Agregó que reciben todo lo que se denomina ‘linea gris’: computadoras, impresoras, monitores, celulares, televisores, centrales telefónicas, routers, pequeños electrodomésticos, radios, cámaras digitales, videocámaras, relojes y videojuegos.

Entre lo que no se debe llevar se menciona: heladeras, lavarropas, cocinas, lavavajillas, baterías, pilas, lámparas y tonners.

Afirmó que estos residuos hay que tratar de nunca dejarlos para que los lleve el recolector de residuos sólidos urbanos, por la gran cantidad de metales pesados.

Más allá de la contaminación, hay que pensar que muchos componentes pueden reutilizarse y ahorrar energía en la producción de los mismos.

Respecto a las pilas y baterías, señaló que se sigue trabajando con los niveles superiores del Estado en una ley de responsabilidad extendida del productor, para que los fabricantes se hagan cargo de la disposición final y reutilización.

Reveló que para los municipios meterse en ese tema es muy complicado por la cantidad de recursos necesarios para hacerlo.

Finalmente también fue consultada por la cantidad de plástico que uno se lleva del supermercado en las bolsas reutilizables.

Indicó que se comenzó por el lugar en el que el consumidor puede elegir más fácil.

Aquí también, declaró, hay que empezar a comprar conscientemente y hacer fuerza para que las empresas reduzcan el packaging de los productos.