González explicó que la caída en las ventas se sintió fuerte en los últimos 6 a 8 meses.

‘Quien antes llevaba las pastas, salsas, el pan, bebidas y postres, ahora solo lleva medio kilo de fideos’, afirmó, explicando que muchas veces se trata de clientes de toda la vida.

Agregó que el local les pertenece, o sea que no tienen que pagar alquiler.

Sostuvo que ofreció a los 18 empleados, algunos de ellos con 40 años de antigüedad, conformar una cooperativa, pero los trabajadores rechazaron la oferta.

Algunos, dijo, están enojados y él comprende, pero no puede seguir poniendo de sus ahorros.

Declaró que en algunos bancos le recomendaron no tomar crédito, debido a las altas tasas de interés, y que su familia le pidió que termine con el negocio, porque puede llegar a ser que le corten la electricidad si no la paga.

Adelantó que este miércoles pagará los sueldos y comenzará a arreglar las indemnizaciones correspondientes.