Uno de los objetivos del Bioparque es recuperar especies autóctonas para que puedan ser reinsertadas en sus ambientes naturales. Es entonces que, en este caso, se realizó el proceso de recuperación en el Centro de Rescate y Rehabilitación de La Máxima porque las lechuzas cumplen un rol ecológico fundamental en el control de otras especies como los roedores: en zonas urbanas estas especies logran convivir con el hombre brindando ese servicio ambiental irremplazable.

Una de las características llamativas de estas aves es que sus pichones, a buen resguardo en su “nido” subterráneo, emiten un sonido muy parecido al siseo de la Yarará cuando se sienten amenazadas.

Es necesario que las instituciones que velan por la Biodiversidad eduquen para conservar, si no lo hacemos corremos el riesgo que las generaciones actuales no puedan valorar y cuidar para nuestras próximas generaciones que se verán privadas del patrimonio biológico y cultural del que gozamos actualmente.