Horacio siendo muy joven estudió periodismo deportivo en el Círculo de la Prensa y tras graduarse ejerció la profesión -que para él era fundamentalmente una pasión, al igual que el Club San Lorenzo de Almagro, del que era hincha- durante cerca de 40 años.

El diario "La Palabra" de la localidad bonaerense de Ranchos, el programa radial "A la cancha con el Ciclón", el diario "Crónica", Radio Ciudad (CABA), "El Diario de Bolsillo", y Télam fueron algunos de los mojones más importantes de su paso por las redacciones.

Delegado gremial en "Crónica", integró la primera conducción de la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (UTPBA), donde mostró su veta combativa a favor de los derechos de los empleados de los medios de comunicación.

Insobornable, de carácter fuerte, filoso polemista, se destacó siempre como un profesional riguroso y sin concesiones con la información y el lenguaje.

Hace varios años se había dedicado a los temas de Política Internacional, lo que lo llevó a realizar coberturas en América Latina, Europa, Asia y África.

"Puedes llorar porque se ha ido, o puedes sonreír porque ha vivido", dice un antiguo poema escocés: sus familiares, amigos y colegas van a recordar a Horacio siempre con afecto y con una sonrisa en los labios.

Sus restos serán velados entre las 12 y las 15 de hoy en calle Espora 460 de Ramos Mejía, informó su familia.