El grado en que el estrés influye de forma negativa en nuestras vidas suele ser subestimado. A menudo, la mente se aferra a la rabia, la culpa o el arrepentimiento por el pasado, o está ansiosa y preocupada sobre el futuro. Esta oscilación de la mente causa tensión y estrés, tanto para nosotros como para la gente que nos rodea, así como una menor eficacia en la acción.

La respiración es la conexión entre el cuerpo y la mente, por lo tanto, es clave para manejar nuestras emociones negativas y para liberar nuestro verdadero potencial.

En este sentido, Francisco Díaz, instructor de la ONG El Arte de Vivir, sostuvo que “estamos realizando un trabajo conjunto con el Gobierno Municipal para brindar un curso  en La Granja con los chicos del Hogar Peñihuén y de la Callejeada El Provincial”.

“Con esta actividad buscamos bajar el nivel de stress, que los chicos pierdan todos sus miedos, los enojos fáciles que se generan sin darse cuenta en el ambiente que los rodea. El stress se genera por el vaivén de la mente y por pensar mucho en lo que va a venir en el futuro o por recordar lo que pasó ayer y, de esta manera, no disfrutan lo que les sucede en el momento, el día a día”, concluyó Díaz.

Los encargados de transmitir esta nueva filosofía de vida explicaron que el curso incluye: conocimientos prácticos para hacer frente a los desafíos diarios de la vida, ejercicios interactivos, yoga, ejercicios de estiramiento y relajación y meditación y profundas técnicas de respiración.

Algunos de los beneficios que los participantes destacan: reduce el estrés, trae alegría y entusiasmo, mejora la eficiencia y la productividad, aumenta el autoestima, mejora la salud y la sensación de bienestar, mejora las relaciones interpersonales, brinda una percepción más clara y facilita la toma de decisiones y produce efectos de rejuvenecimiento.