Sábado 20 de Abril de 2024

LOCALES

19 de septiembre de 2019

El primer huevo de cóndor andino resultó fértil

Después de cuatro años, el pasado martes se confirmó que el primer huevo de cóndor andino de la temporada resultó fértil, lo que significa un gran logro para el Bioparque Municipal “La Máxima”, teniendo en cuenta que uno de sus pilares fundamentales se encuentra orientado a la conservación de especies

Cabe recordar que la puesta fue realizada la semana pasada y que una vez que fue constada la misma, inmediatamente se dio aviso a Fundación Bioandina para el retiro del huevo, que continúa su proceso en el centro especialmente dedicado a la incubación artificial y cría en aislamiento humano del Ecoparque de Buenos Aires.

 

Definitivamente, esta noticia consolida una de las misiones centrales de nuestro bioparque dedicado a la conservación, reproducción y reintroducción de especies en sus ambientes naturales, cuando es posible, y especialmente permite consolidar los lazos de la pareja reproductiva “Rawson y Curá”.

 

“Volvimos a tener reproducción y volvimos a tener un huevo fértil, trabajamos cuatro años para tener este resultado, el equipo veterinario a cargo de Horacio Grand, los cuidadores Pablo Cajal,  Víctor Díaz y el encargado de Bienestar Animal Graciarena Matías”, rescató el director del Bioparque “La Máxima”, Flavio Maldonado.

 

“Los procesos biológicos necesitan de tiempo para consolidarse y en ese proceso sostenido aparecen los resultados, ahora ya se han apareado  y estamos esperando la segunda postura”, agregó al respecto.

 

En este sentido, Maldonado señaló que “ahora tenemos que esperar” y además “le recomendamos a nuestros visitantes ser cautelosos” durante el recorrido por el sector de la condorera.

 

El Cóndor Andino, el ave voladora más grande del mundo, ha sido venerado por las comunidades originarias de Sudamérica, quienes lo han considerado el Espíritu mismo de los Andes, un nexo sagrado entre los hombres y Dios.

 

Si bien fue abundante en otro tiempo, este animal emblemático, eslabón simbólico con nuestro pasado cultural, se ha convertido hoy –lamentablemente- en un desafío de conservación.

 

En 1991 en Córdoba (Argentina) se dio origen al Proyecto de Conservación Cóndor Andino (PCCA). Este proyecto está organizado por el Zoo de Buenos Aires, la Fundación Bioandina Argentina y cuenta con el apoyo de prestigiosas instituciones nacionales e internacionales.

 

Su principal objetivo es asistir a la conservación de estas fabulosas aves y su majestuoso ecosistema, a todo lo largo de la cordillera, para asegurar la supervivencia de quien es considerado el Espíritu viviente de los Andes.



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