– Mantener los horarios regulares: dormir y despertar a la hora habitual, como si fuera un día normal. Respetar los ciclos de vigilia – sueño.

– cumplir con todas las comidas diarias, en horarios regulares y preferentemente en familia.

-Restringir el uso de las pantallas sin supervisión.

Distribuir las tareas del mantenimiento del hogar como la limpieza y preparación de alimentos.

-Realizar actividades como cocinar es el pretexto perfecto para aprender matemáticas, mientras que hacer jardinería permite aprender ciencia. Mientras tanto, la mente se mantiene sanamente ocupada. .

– Establecer desafíos de aprendizaje y reforzar la sensación de logro.

.-Buscar espacios en los que las niñas y los niños trabajen de manera autónoma.

– reforzar los lazos familiares promoviendo actividades lùdicas: juegos de mesa, experimentos en familia., escribir historias colectivas. Recurrir al dialogo para compartir expresiones y sentimientos del día. Leer cuentos a niñas y niños antes de dormir.

 -Aprovechar las redes de forma estratégica: crear grupos de WhatsApp entre amigos de la escuela para que compartan sus avances escolares y organicen juegos a través de las plataformas como video, zoom o skype.

-Cuidar el contenido de las noticias que se ven en línea para no generar angustia.