Se origina por el crecimiento rápido y desordenado de las células que revisten los conductos de la mama, y si no es tratado de manera temprana, puede avanzar hacia otras regiones del cuerpo, principalmente los ganglios linfáticos axilares.

La detección temprana del cáncer de mama se logra realizando los controles periódicos con estudios de imágenes en las mujeres que no tienen ningún síntoma.

Afortunadamente, gracias a los avances científicos que se logran año a año, el porcentaje de cura es mayor y con tratamientos menos agresivos. “Si bien no podemos decir que la curación se da en el 100 % de las pacientes, se aproxima cada vez más, sobre todo en los casos de diagnósticos precoces o iniciales”.