Viernes 29 de Marzo de 2024

LOCALES

18 de noviembre de 2020

Octavio Sabattini y la música, como musa inspiradora para afinar motores

El domingo 22 de Noviembre, en el marco del día de la Música, el Museo Municipal Hnos. Emiliozzi recordará a Octavio Sabattini, notable Maestro de Música fuertemente vinculado a los Gringos, ya que cuando Torcuato dejó de ser copiloto de Dante, quien tomó su lugar fue justamente Octavio Sabattini

El homenaje que desarrollará de manera virtual, a través de las redes sociales del museo, durante toda la semana: videos, imágenes, anécdotas, plasmarán la vida de Octavio Sabattini. Para ello fue convocado el Maestro Diego Lurbe y diferentes músicos. Asimismo se cuenta con el aporte de fotos de la familia de Sabattini.

 

La pasión por la música fue en Octavio semejante a la de los Emiliozzi por la mecánica y las carreras. El Maestro Sabattini formó parte de la historia grande de Olavarría, y  dejó una huella imborrable dentro de la cultura y el deporte.

 

Octavio Sabattini: vida y obra como músico y su vínculo con los Gringos.

 

Músico, Director de Orquesta y acompañante de Dante Emiliozzi, Octavio Sabattini nació en Sierras Bayas. A los 17 años se recibió como alumno aventajado en teoría, solfeo y piano. A los 19 años su pasión musical lo llevó a Capital Federal donde tocó con un quinteto que actuaba en la confitería Premier de la Av. Corrientes.  Allí conoció a Astor Piazzolla, Julio De Caro, Osmar Maderna, entre otros.

 

Formó parte de la gran embajada artística olavarriense, encabezada por el intendente Carlos V. Portarrieu (1965) que viajó a Uruguay para actuar en un recordado encuentro de confraternidad argentino-uruguayo en el teatro Solís de Montevideo. El teatro Solís en Uruguay es como el Colón en Bs. As.: los aplaudieron de pie y Octavio Sabattini se emocionó  hasta las lágrimas, guardando para siempre un recuerdo imborrable en su carrera musical.

 

Fue director del Conservatorio de Música y de la Orquesta Popular Municipal.

 

Octavio “el Pelado” Sabattini, vivía a la vuelta del taller de los Emiliozzi. Y mirando entusiasmado como trabajaban los Emiliozzi, inició una amistad que se remonta a los comienzos de los Gringos en las carreras de Ford T. Los acompañó tanto en el taller como en la ruta de la carrera.

 

Su debut en el TC, como acompañante de Dante, se produjo en la vuelta de Entre Ríos de 1968 corriendo 7 competencias en la butaca derecha del Baufer, y 2 en  el Halcón.



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