El final de 2020 signado por la pandemia de coronavirus y por cumplirse un año del gobierno de Alberto Fernández, encuentra nuestra región como la más desigual del planeta y Argentina no es la excepción a la regla. En los últimos meses, el 10% de la población más rica percibió 19 veces más ingresos que el 10% de las capas más pobres. Respecto al año pasado, la diferencia es tres veces mayor.  La decisión explícita del Gobierno Nacional de sostener una de las cuarentenas más extensas del mundo casi como única herramienta para luchar contra el virus, provocó el quiebre del tejido social, una crisis económica cuyas consecuencias son comparables a la debacle de 2001/2002 y una recesión aún más grave en otro ámbito: el educativo.

La vicepresidente de la UCR, destacó la importancia de esta organización y estas reuniones “Trabajamos para ejercer una oposición responsable y constructiva, manteniendo nuestros objetivos de desarrollo sustentable, generación de oportunidades para todos y sistemas de salud y educación modernos y confiables, que nos identifican y hermanan con todas las fuerzas políticas que integramos la Internacional Socialista”.

También dijo que se tornan aún más importantes cuando uno ve que en nuestro país el desempleo pasó el 14%, el salario en dólares que es uno de los más bajos de la región, la caída de la industria que llega al 9,9%, la inflación es de casi el 40% anual.

A ello le sumamos, continuó Lordén, “que la CEPAL, organismo de referencia para el análisis de nuestra región, estimó una caída del 55% de la inversión extranjera directa para América Latina y el Caribe el 2020, y hasta un 10% para 2021, pronosticando atisbos de recuperación recién en 2022. En Argentina, una vez más, el contexto de crisis global nos encuentra todavía más vulnerables: el nivel de inversión de 2020 equivale a menos de la mitad del de principios de la década del 80, lo que representa la tasa de inversión más baja de la historia”.

También agregó que se cumplió la advertencia de la UCR respecto del “apetito renovado por colonizar la Justicia y desprestigiar la representación política. Y la distribución no equilibrada de fondos a las provincias. En conclusión, la situación de Argentina está marcada por un Gobierno aferrado a la letra D del abecedario: Desvía la agenda pública,           Divide a la sociedad, Desincentiva a quienes tienen que invertir y generar empleo”.

Finalmente agradeció el rechazo de la organización al simulacro de elecciones en Venezuela, “Ante el silencio del Gobierno argentino, celebramos el pronunciamiento de los miembros de la Internacional Socialista, comprometidos con el ejercicio auténtico de los derechos democráticos de todos los pueblos”.