Jueves 28 de Marzo de 2024

CULTURALES

4 de abril de 2021

Saludo Pascual de las Misioneras del Padre Kolbe

Se denomina 'La Vida triunfó' y fue compilado por una misionera de Tandil.

Fuente: [email protected]

“La muerte de Dios, así como suena parece casi absurdo decirlo: ¡Si Dios es inmortal! Y sin embargo, el Hijo de Dios, nuestro Señor Jesucristo, hecho hombre en el seno de María, murió…Mejor dicho entregó su Vida para cumplir la voluntad del Padre que era salvarnos a nosotros…así de hermoso como suena”. Así, el padre Mamerto Menapace en su libro “Cosas de Jesucristo”, va delineando el misterio de la resurrección , “ el anuncio que es el fundamento de la Esperanza de la humanidad: padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado…y resucitó al tercer día, según las Escrituras” (Credo). Si Cristo no hubiera resucitado, no solo sería vana nuestra Fe sino también nuestra Esperanza. (Cf.1 Co 15,19)”.

“Paz a vosotros” (Jn 20, 19-20) es el primer saludo del Resucitado a sus discípulos. Saludo que hoy se repite al mundo entero. ¡Buena noticia tan esperada y deseada! ¡Anuncio consolador para quien está oprimido bajo el peso del pecado! ¡Jesús está Vivo! Vive para siempre junto al Padre Todopoderoso, Glorioso, Magnífico…Ya no muere más. Rompió las ataduras de la muerte. Jesús es el Cristo. El Hijo de Dios que está vivo a la derecha del Padre. (M. Menapace).

Esto es lo que estamos celebrando en Pascua: la piedra corrida, el sepulcro vacío que confirman que : “¡La muerte no es la última palabra! “El mismo Cristo, Dios nuestro Señor, aceptó la muerte pero no se quedó en la muerte. Rompió sus ataduras y el Padre lo resucitó”.

Hoy la Iglesia se detiene junto al sepulcro vacío. Igual que María Magdalena y otras mujeres que llegaron a ungir con aromas el cuerpo del Crucificado, al igual que los Apóstoles Juan y Pedro, la Iglesia se inclina sobre la tumba en la que fue depositado el Señor después de la Crucifixión. “Ha resucitado, no está aquí” (Mc. 16,6). La Vida y la Muerte, lucharon. La Vida triunfó para siempre” (Et Orbi 2000-Juan Pablo II).

El papa Francisco ilumina esta Pascua con sus reflexiones: “El sepulcro es el lugar donde quien entra no sale. Pero Jesús salió por nosotros, resucitó por nosotros, para llevar vida donde había muerte, para comenzar una nueva historia que había sido clausurada, tapándola con una piedra. Él, que quitó la roca de la entrada de la tumba, puede remover las piedras que sellan el corazón. Por eso, no cedamos a la resignación, no depositemos la esperanza bajo una piedra. Hermana, hermano, aunque en el corazón hayas sepultado la esperanza, no te rindas: Dios es más grande. La oscuridad y la muerte no tienen la última palabra. Ánimo, con Dios nada está perdido. En Jesús resucitado, la vida ha vencido a la muerte. Esta fe pascual alimenta nuestra esperanza. Dejemos que la fuerza de su amor transforme nuestras vidas”.



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