Reconocen un mejor desempeño que en el 2019, donde hubo un déficit de $354 millones (que con la deuda supera los $500 millones), pero agregan que con el ahorro que hubo en obras públicas durante el 2020, el superávit debería haber estado cercano a los $400 millones.

Reclaman a la dirigencia política una administración ordenada de los recursos.

También consideran que esos $400 de superávit podrían, de haber existido, destinarse a "ampliar la cantidad de camas en terapia y esperar la segunda ola sin tanta improvisación en cuanto a infraestructura hospitalaria".