Siguieron virtualmente la proclamación, con saludos a la fórmula consagrada, las principales figuras del radicalismo a nivel nacional: el presidente de la UCR Nacional, Alfredo Cornejo; los gobernadores de Jujuy, Gerardo Morales; de Mendoza, Rodolfo Suarez y de Corrientes, Gustavo Valdez; el diputado nacional Mario Negri y el senador nacional Luis Naidenoff.

Además, también fueron parte del acto los principales socios de la coalición de Juntos por el Cambio en la Provincia: María Eugenia Vidal, Elisa Carrio, Ernesto Sanz, Joaquín de La Torre, Jorge Macri, Andrés De Leo y la titular del GEN, Margarita Stolbizer.

En el inicio de su discurso, Abad expresó que “el radicalismo debe canalizar su presencia en todos los ámbitos de opinión y debate de nuestra sociedad y para eso resulta absolutamente necesario actualizar los mecanismos de comunicación, utilizando todos los medios disponibles para interactuar realmente con los sectores a la cual aspiramos a representar”.

Al referirse a la importancia de Juntos por el Cambio, Abad dijo: “tenemos que aportar una visión transformadora y progresista a esa coalición. Fortalecer el partido implica también fortalecer nuestra presencia y nuestra voz en ese espacio. Nuestro partido está llamado a aportar una matriz ideológica clara que sea convocante para una sociedad que espera respuestas. Es decisiva la participación de la juventud y de las mujeres en la construcción de este radicalismo que viene”.

El marplatense aseguró que desde el radicalismo van a trabajar por un mejor futuro para los bonaerenses, y dejó en claro que “la salud pública, la educación como motor decisivo de la movilidad social, las políticas ambientales, una política de desarrollo productivo que termine con el clientelismo y el desarrollo científico y tecnológico son parte de la agenda para generar políticas públicas activas que nos vuelvan a convertir en una alternativa”.

Para finalizar, el flamante presidente de la UCR bonaerense, se refirió al mal manejo de la pandemia que tuvo el Gobierno y sentenció: “hace más de un año que nuestro país vive en una situación de angustia, desesperanza e incertidumbre provocada por una pandemia pero profundizada seriamente por un gobierno que no encuentra el rumbo, que no cree en el diálogo democrático y que marca una agenda política absolutamente alejada de los intereses y preocupaciones de las mayorías”.