Aclaró que pudieron comprobar maltratos físicos por parte de algunos operadores, sobremedicación, malas condiciones en infraestructura, peleas tipo ‘circo romano’, mala alimentación, entre otros vejámenes.

Destacó la rápida reacción del Organismo para la Niñez Provincial, que definió el cierre de la comunidad.

Respecto a cómo continúa la investigación, García indicó que ya se estaba trabajando en un caso de suicidio y otro de abuso.

La Justicia investigará a directivos y también a trabajadores, aclaró.

Finalmente, Cipriano explicó que históricamente no se han controlado este tipo de comunidades, cosa que debería hacer el Ministerio de Salud provincial y el OPNA.