Aclaró que la planta de tratamiento de lixiviados nunca llegó a cumplir con los parámetros para poder volcar los líquidos al arroyo. Por ahora, declaró, no ha sido necesario que se viertan, se ha soportado muy bien, destacó.

Manifestó que el sabotaje del año pasado terminó, por vías legales, con desvinculaciones de trabajadores, y, manifestó, remediaron lo hecho.

Reconoció que, cuando llueve, puede haber alguna celda que, a la vista, genere algún tipo de líquido, pero también está contenido, afirmó.