La cooperativa, conocida por la comercialización de los bolsones y su boca de expendio en San Vicente, está conformada por pequeños productores y familias trabajadoras de la tierra.

El dinero se destinará a inversiones en el sector Hortícola, Ganadero, Tambo  Elaboración y suma de Valor Agregado.

Servirá para adquirir silos para maíz y soja, una maquina peletizadora para la planta de balanceados, tractor, motocultivadores y más insumos para afianzar la transición a la agroecología.

En otro orden, quieren comprar una amasadora, batidora y sobadoras industriales para producir panificados y sumar agregado de valor. En cuanto a la cuestión de animales, quieren una incubadora industrial para producir pollas ponedoras.

También buscarán sumar tecnología para mejorar los procesos de comercialización y comunicación.

Este dinero, dicen, más allá de que suma y fortalece, implica el reconocimiento del Estado a la Agricultura Familiar y los pequeños productores organizados.