Ocurrió en Guisasola y República del Líbano, luego de un llamado al 911 que dio aviso de la reunión.

El parte indica que las personas no querían retirarse del lugar, mostrándose hostiles, arrojaron piedras y palos contra los móviles policiales, dañando capot y guardabarros de dos vehículos.

También uno de los agresores empuñó un fierro contra el personal, pero no logró golpear a nadie.

Fue necesario el apoyo de más efectivos, que terminaron repeliendo las agresiones con el uso de escopetas.