La banda, recordemos, operaba en zonas de quintas, o en las afueras de localidades del partido de Olavarría, utilizando en su beneficio el amparo de la oscuridad, y el conocimiento de las zonas semi-rurales existentes para huir a campo traviesa, en automóviles, motos, bicicletas, a pie y hasta en caballos.

El modus operandi consistía en ingresar a las viviendas por la fuerza o aprovechando que alguien salía de la misma, reducir a punta de arma a quienes estaban dentro, atarlos, taparles la cara y privar el acceso a los teléfonos.

En ocasiones solían consumir bebida y alimento de la viviendas perpetradas.

El primero de los hechos que la policía les atribuye se dio el 23 de Diciembre del 2019 y luego la modalidad se reiteró hasta mediados de este año.

Se han dado varios allanamientos con secuestros de elementos de interés para la causa y los integrantes de la banda, se hallan investigados en más de 10 causas bajo la misma modalidad.