El parte de prensa indica que los efectivos le pidieron que deje de hacerlo y el hincha se negó, además de insultarlos.

Al aprehenderlo, y consultado el sistema informático, encontraron que sobre él recaía una orden de captura del Juzgado de Madariaga y un paradero de un tribunal azuleño.

Quedó en la Comisaría Primera, a disposición de los magistrados intervinientes.