Relató que sintieron un golpe terrible, una explosión, la alarma y rápidamente bajó.

Halló los vidrios rotos, cosas tiradas y creyó que estaban dentro aún, aunque no era así.

“Son 10 ó 15 minutos pero te destrozan”.

Señaló que la primera vez denunció, la segunda no la hizo y que ahora, el fin de semana estuvieron los patrulleros y le pidieron que la radique, pero como a él no le ha dado resultado, está pensando si la va a asentar.

Agregó que esta situación le sucede a él, que hace 25 años que está en el barrio.

“No puedo abandonar lo que es mío” resaltó. “Los quiero agarrar”, sentenció.

Manifestó que va a colocar cámaras de seguridad, porque no se llega a ver bien en las de los vecinos.