Explicó que la combustión se ha acelerado por el cambio de los materiales de construcción y de las construcciones mismas.

Pero también, sostuvo, el diseño de los interiores complica el trabajo: en edificios por ejemplo, descansos de escaleras donde no pasan las camillas; en casas las rejas en las ventanas que impiden usarlas como vía de escape en un incendio.

En el caso de este domingo, les “pegó muy fuerte” no haber podido salvar todo, porque ellos están entrenados para eso.

En otro orden, señaló que las áreas industriales o de ese tipo, deberían tener una reserva de agua para incendios de 100 mil litros.

Este domingo, manifestó, se encontraron con dificultades adicionales en el combate del incendio porque, reveló, había por ejemplo, pallets con botellas de vidrio y aceite.

En el caso del segundo elemento, tuvieron que combatirlo con espuma, que es carísima para reponerla después.

Finalmente, Menchaca describió cómo fue el incidente que resultó con heridas para uno de los voluntarios, que este lunes estaba siendo terminado de curar en el quirófano del Hospital.

En línea con lo dicho al inicio, explicó que cayó una persiana que habían abierto para ingresar, que no resistió el incendio y dejó atrapado al bombero expuesto a las llamas.

La rompieron para rescatarlo.

Agradeció al Hospital porque tenían todo listo, incluso, para atender a más bomberos.