Afirmó que por el caudal de causas, obliga al MP a estar atento a la situación de quienes instruyen las causas.

Agregó que hay tres fiscales trabajando en Olavarría: Serrano, Urlézaga y el Dr. Moreno que está en una fiscalía temática, pero da una mano.

La Dra. Viceconte subroga la penal juvenil de Olavarría y la número 5, encargada de Violencia de Género.

Respecto a la cantidad de recursos humanos en general: fiscales e instructores, manifestó que no se está atendiendo al crecimiento vegetativo.

Además de carecer de cobertura de cargos creados, se necesitarían más cargos, expresó.

Por otro lado, destacó lo que son soluciones alternativas a los juicios orales que, aclaró, es el destino de la mayoría de las causas, ya que el sistema no está diseñado para que todo termine en audiencias públicas.

En referencia a cuándo puede normalizarse la situación, tal como lo declaró hace algunas semanas el titular del Colegio de Magistrados en LU32, depende de los tiempos del Consejo de la Magistratura, el Ejecutivo y el Senado Provincial.

En lo que a él le concierne, debe concretar el trabajo, con los recursos que posee.

Sobrino también profundizó sobre las soluciones alternativas, en las que habitualmente las víctimas o sus familiares no confían, ya que quieren siempre el juicio oral.

Expresó que muchas veces los oficiales de justicia ‘quedan mal’ ante la Sociedad, muchas veces por errores reconoció, pero otras, por cuestiones que no están en sus manos, como el monto de las penas para determinados delitos, que están previstas en las leyes.

Finalmente, se refirió a la percepción social de muchos hechos que se judicializan.

Confrontó lo que se refleja de la opinión pública cuando sucede algún delito con el pedido de ‘colgar en la plaza pública al acusado’, con lo que resulta en los juicios por jurados populares, que han terminado con mayores absoluciones que condenas.

También agregó que hay mucha confusión respecto a las herramientas que se poseen en la órbita judicial.