Tomás Ávalos es sociólogo. Cuando estaba estudiando tenía la certeza de que hacer cerveza era “relativamente sencillo”, y que podría desarrollarse con elementos rudimientarios.

Luego de un viaje al sur del país, y la promesa de “arrancar a hacer cerveza”, se puso a estudiar para llevar a cabo esto. Recordó que no había mucha información en ese momento, aunque sí existían tutoriales y blogs.

El inicio lo describió como un torbellino. Decidió, entonces, realizar un curso “muy importante” en San Telmo, y allí se dio cuenta de que no contaba con las variables fundamentales del proceso de producción. Dejó de producir durante un año, y volvió más recargado: se consagró Mejor Cervecero latinoamericano y ganó medallas en la Copa Argentina.

En 2019, finalmente, nace Salmón Birra, su marca de la que hoy le permite vivir. Comentó que se focalizó en cervezas que no están en el mercado,”estilos históricos, pero que tienen procesos pre modernos con fermentaciones salvajes con cultivos no convencionales”, y con largas maduraciones en barricas.

En ese sentido, destacó que es una filosofía de trabajo en la que la marca fue pionera. Según su descripción, las cervezas son enigmáticas y requieren un gran trabajo de construcción.

Como una analogía del salmón, señaló que su modelo de cervecería va a “contrapelo del modelo hegemónico”.

Explicó que trabaja bajo lo que se conoce como “modalidad gitana”, y aunque no le gusta el concepto, remite a que no tiene una locación física propia sino que produce en fábricas físicas de colegas.

Anticipó que a fin de este año mudará su producción a Olavarría, ya que se encuentra en el armado de una fábrica en la ciudad, en un espacio que será abierto para que se pueda visitar.

Sobre la obtención de la VIII Copa Argentina, competencia nacional en la que participan todas las cervecerías del país –menos las industriales y multinacionales-  dijo que fue una satisfacción y “que no fue casualidad”, ya que el año pasado se había subido al podio. “Lo que más satisfacción me dio fue el reconocimiento de amigos y colegas que saben el trabajo que hay detrás”, reflexionó.

Tomás, que aspira a obtener una medalla en el Mundial, aseguró que siempre soñó lo que está viviendo. “Soñaba con hacer una cerveza como la que estoy haciendo ahora”, remarcó.