Explicó que lo que se busca es acompañar y generar el crecimiento de la localidad dentro de un marco normativo ordenado. Señaló que es necesario encontrar equilibrios para que estos crecimientos demográficos no entren en conflicto con el avance de la minería, ni con las personas ya asentadas, ni con el desarrollo turístico. Sobre este, adelantó que se está trabajando porque todas las localidades “tienen potencial”.

Indicó que es un trabajo en conjunto y coordinado de varias áreas y secretarías del municipio, que se encargan de “poner en la mesa todos los desarrollos que hay en las localidades”.

En esa línea, contó que durante la tarde del jueves presentaron el proyecto en el Club de Sierra Chica, donde se convocó a instituciones y actores de la localidad. Destacó un diálogo de “ida y vuelta”, y que todo lo que se había planificado, “fue contemplado”.

“El próximo paso es avanzar y llevar este proyecto al Concejo Deliberante para plasmarlo en una ordenanza”, adelantó.

En relación al banco de tierras municipal, aseguró que el proyecto lo contempla por una parte directa y otra indirecta: la primera, producto de que una franja de lotes que se incorpora la zona urbana es municipal y por lo tanto, en un futuro se podrá lotear e incorporar al banco de tierras.

La segunda, debido que varias de las zonas son privadas. Esto conduce a dos vías: que los dueños lo quieran lotear, y así se incorpore al banco de tierras; o por la ordenanza de plusvalía que otorga un porcentaje de esos lotes al municipio.

Por último, remarcó que el proyecto permitirá que el día de mañana las personas puedan tener su escritura. Asimismo, consideró que lo que hace es “dibujar” a las localidades. “Uno piensa en radicarse en una localidad y no puede hacerlo en cualquier lado”, producto de la antigüedad de las ordenanzas.