“Notamos un fuerte compromiso del Municipio en trabajar por el resguardo de los derechos de los habitantes de Olavarría”, destacó en primer lugar.

En esa línea, reconoció que se atraviesan situaciones difíciles debido a múltiples casos de despidos o conflictos. Por esta razón, ponderó el trabajo del delegado local, Lucas Meriuka.

Mencionó que en este contexto nacional, una de las principales preocupaciones –principalmente en Olavarría- es la decisión del Gobierno de detener la obra pública. Reconoció que tiene un impacto directo en los insumos que se producen en la región y un efecto muy fuerte sobre los trabajadores. Aseguró que la construcción es uno de los sectores más afectados.

 “Estamos habitando una provincia en la que la gente no votó el recorte de derechos, la pérdida de los puestos de trabajo, la gente lo que votó es que haya un estado que acompañe, que esté presente y que reguarde”, indicó en relación al rol del Gobierno provincial.

“Es una tragedia, porque en la medida que se pierden puestos de trabajo hay pérdida de consumo que sostiene la economía”, agregó.

En este sentido, confirmó que hasta julio, se habían perdido unos 150.000 puestos de trabajo en la industria provincial.

 “Asistimos a un industricidio, y es lo peor que nos puede pasar. A principio de año teníamos suspensión, adelantamiento de vacaciones, reducción de jornadas, pero no se detenían. Ahora ya estamos en una instancia donde las industrias empiezan a ver dificultades en sostenerlas y se cierran”, se lamentó.