“Después de 19 años fue una decisión bastante difícil renunciar. Fue un año muy complicado en todos los aspectos”, recordó. En ese sentido, comentó que al quedarse sin oficina, atendía desde su casa ‘como podía’. Por WhatsApp, reconoció que atendía a 40 o 50 personas por día.

“En la ola de despidos de marzo cerraron un montón de oficinas en la Provincia. De la mitad para abajo (en territorio) no quedaron trabajadores de la Agencia”, resaltó.

Consultada sobre como se desarrolla la atención ahora que ya no quedan trabajadores en Olavarría (y en la región), explicó que se implementó un canal de atención, es decir, un chatbot.

Indicó que  el número es  01139101010. Al agendarlo e iniciar una conversación vía WhatsApp, se desplegará una serie de opciones que la persona podrá elegir de acuerdo a su solicitud.

“El circuito ahora es más complejo en todos los sentidos. Antes estábamos nosotros como personal, y teníamos una cercanía muy particular con las personas”, se lamentó.

“Lo que más se modificó es la resolución de los trámites de las pensiones, de cómo hace la persona ahora si le falta alguna documentación, si no le niegan la pensión, cómo hace para pedir que la puedan volver a evaluar. Todo eso ya va a ser mucho más complicado”, dijo.  “Es bastante desolador el panorama, no sé cómo será este año”, anticipó.

“Las personas van a tener que comunicarse con una máquina, que también es un bajón porque se pierde esto de la inmediatez, de que vos puedas hablar con una persona, que te puedas seleccionar lo que te está pasando”, expresó.

Finalmente, reconoció que era la última trabajadora que quedaba y que los motivos de su renuncia estuvieron ligados a ‘toda una situación de destrato’ que se había generado en el año.