“En el edificio de los Colegios Nacional y Comercial se encuentran alojadas las siguientes familias: Massaro, Ciochi”.

“La señora Esperanza pide noticias de su hija Patricia, internada en la maternidad del hospital local”.

La voz del archivo radial se escucha con pausa, con preocupación. Hasta uno puede imaginarse la seriedad en el rostro de quien, en aquellos años, informaba con la mayor claridad posible sobre el paradero de tantos olavarrienses. Es abril de 1980: el mes y el año que quedaron impregnados en la memoria colectiva de la ciudad. El momento histórico en que las informaciones llegaban a un ritmo tan pausado como la voz del locutor. Los días en que la lluvia se llevó todo: muebles, autos, casas, ropa, recuerdos en fotografías y, lo más grave, hasta vidas de olavarrienses que murieron ahogados o infartados, quizás producto del shock.

Lu32 transmitió hasta que se agotaron las baterías que habían improvisado sus trabajadores para funcionar sin energía eléctrica. Y fue la única voz que durante algunos días permitió que miles de ciudadanos pudieran saber sobre el paradero de sus familias. Hace 45 años, Olavarría era devastada por la peor inundación de su historia. Los datos son elocuentes: 50 mil evacuados en una población de 70 mil; 547 milímetros en abril cuando la lluvia anual de ese año fue 1100 mm. Y un arroyo que estaba lejos de tener el ancho actual. Solo quedaba, para quienes fueran creyentes, rezar.

Es difícil imaginar la comunicación de entonces, pero hagamos un intento: el teléfono fijo era la novedad del momento y se demoraban hasta meses en conseguir una línea telefónica debido a la escasa infraestructura. Eran épocas en que las cartas se escribían de puño y letra, habia unos pocos canales de televisión que llegaban a los hogares en aparatos blanco y negro y la radio era AM. En Olavarría, LU 32 era el único medio radial y cumplió un rol central en aquel entonces: solidaria, activa, y nada más y nada menos que el único medio que permitió saber algo de lo que sucedía mientras el agua arrasaba con todo lo que encontraba en su camino y a la vez calmó la desesperación de esos días.

La radio funcionaba en su antiguo edificio de San Martín al 2900: una casona vieja con pisos de madera y una pequeña habitación en un primer piso que se convirtió, de emergencia, en sala de transmisiones.

“Nuestro apacible arroyo Tapalqué estaba transformado en un mar bravío. Las bocas de tormenta no solo no asimilaban el agua llovida, sino que misteriosamente se habían convertido en tramposas generadoras de vertientes que conspiraban más aún”, recuerda Antonio “Tano” Zangara, periodista deportivo de la radio.

El domingo 27 de abril se disputaba un partido de fútbol trascendente: Estudiantes Vs Olimpo de Bahía Blanca. “Era un partidazo de una campaña histórica. Ese partido era como un River y Boca. Con esa transmisión se aseguraba el año, era impresionante la cantidad de publicidad que había”.

Radio Olavarría: la única voz que se escuchó en la inundación
Radio Olavarría: la única voz que se escuchó en la inundación
 Alberto Lasso, uno de los que puso LU32 al aire en plena inundación.

“La madrugada del domingo al lunes fue complicada. El agua subió por lo menos un metro”, narra el Tano Zangara. Los datos aportados por el investigador Marcos Rodriguez hablan de 78 milímetros el domingo 27 y 215 mm de lluvia el lunes 28. El panorama era desolador. Ya no había luz, los teléfonos estaban cortados y la única voz era la de Radio Olavarría.
“La comida era escasa, los alimentos en la heladera estaban incomibles. El domingo pareció mejorar la situación, el agua descendió levemente. Pero fue apenas una mejoría temporaria. Un diluvio se descargó otra vez sobre la ciudad en la tardecita del lunes y a partir de entonces el caos y la desazón nos invadió a todos”.
Mientras que en Buenos Aires y cualquier otra ciudad los partidos de fútbol -y la vida misma- seguían como si nada, aquí los olavarrienses debieron ser evacuados y miles salieron con lo puesto.
“Todo el mundo dependía de lo que informábamos al instante. Teníamos línea directa y permanente con la Municipalidad, pero el lunes o martes ya media ciudad estaba sin energía y nosotros dependíamos del grupo electrógeno, que se rompió”, dice Lasso. En aquel momento, y dimensionando la importancia de conseguir el repuesto para que la radio siga funcionando, el intendente Portarrieu puso a disposición un helicóptero que despegaría del Club Ferro para llevar el repuesto al lugar donde estaba el grupo.

Radio Olavarría: la única voz que se escuchó en la inundación
Radio Olavarría: la única voz que se escuchó en la inundación