En su edición dominical el diario El Eco de Tandil indica que el fiscal general de Azul Dr. Eduardo Serradell finalmente avaló la decisión que oportunamente había adoptado el fiscal Luis Piotti en torno al delicado como controvertido caso de la menor Sofía, cuyo padre Mariano Gonzalo –aún detenido en Brasil- había denunciado un abuso.

En efecto, ahora el fiscal general procedió al pase archivo de la causa, como en tres oportunidades lo había realizado el fiscal Piotti, entendiendo que la actuación del agente local “resulta procedente toda vez que no se ha logrado acreditar la existencia del hecho ilícito denunciado”, reza la resolución.

La resolución de Serradell es más amplia y sostiene que los distintos informes psicológicos realizados sobre la menor por los peritos oficiales claramente sostienen que del material brindado por la niña no surgen expresiones, o aspectos a consignar que posean contenido sexual, a lo que los profesionales agregan que la niña “no posee signos o síntomas relativos a la fijación de un suceso traumático”, lo que permitieron al fiscal sostener que no existen en la menor indicadores de abuso sexual y por lo tanto elementos de juicio que permitan sostener la existencia del suceso denunciado.

Por otro lado, Serradell señaló sobre la marcada situación de conflicto familiar, de palmaria repercusión en la menor y en la que deberá centrarse la atención sin caer en la revictimización, llevándolo a sostener que el pedido de someter a la niña a una psicoterapia individual como medio para indagar sobre lo denunciado “no resulta procedente, no sólo por las certeras conclusiones a las que han arribado los peritos psicólogos, sino porque incursionar, como mera posibilidad experimental a la búsqueda de un indicador hasta hoy inexistente, al límite de una permanente revictimización de la niña, no sólo atente contra los más elementales derechos de protección al menor, sino que altera y desvirtúa las facultades que el Código de Procedimiento Penal le asisten a un fiscal”.

Tampoco se deja de mencionar en la resolución que los peritos de parte que intervinieron, licenciada Patricia Gordon y Patricia Feldamn,  concluyeron que los elementos reunidos resultan insuficientes para descartar el abuso sexual, sin señalar al menos cuáles son aquellos que, como elementos probatorios, mantendrían la posibilidad de existencia del suceso denunciado, pudiendo deducirse de ello que tampoco son suficientes para sostener su existencia, y mucho menos para sostener un estado de duda que habilite continuar con la investigación.

En consecuencia, dijo Serradel, nada aportan a la investigación insistiendo con una duda que a esta altura “entiendo ha sido superada por las conclusiones a las que han arribado los peritos oficiales no visualizándose en ninguno de ellos sospecha de parcialidad o interés en perjudicar a alguna de las partes que pueda haber influido en su dictamen”.

Con esta resolución que ratifica lo actuado por el fiscal, hoy sujeto a un jury precisamente por su actuación en ésta causa como la de Ferrari-Salas, cuyo desenlace sería de características similares, se estaría cerrando un capítulo denso, cruel, por un caso que conmocionó a la ciudadanía tandilense y tras las fronteras serranas también.