En particular, el cáncer de mama se desarrolla en el tejido mamario. Se desconocen las causas que lo provocan, por ello es primordial la realización de controles médicos periódicos.

También es fundamental que toda mujer realice con frecuencia un autoexamen mamario, para detectar cualquier anomalía que requiera de revisión o tratamiento. Es un buen hábito que se debe adquirir y mantener por el resto de la vida.

Cabe destacar que la mayoría de los abultamientos o durezas los descubren las propias mujeres por casualidad. La mayor parte de ellos no son de origen canceroso. Pero mientras más rápido se consulte al médico, más rápido se estará tranquila, en el caso de que haya descubierto que tiene algún abultamiento o dureza. Si este resulta ser un cáncer, obtendrá el cuidado apropiado. El cáncer de mama, cuando se descubre en una etapa temprana, es más fácil de curar.

El autoexamen mamario consta de dos partes:

- Inspección

Sitúese frente a un espejo y observe sus mamas, primero con los brazos colgando, luego en la cintura y posteriormente elevándolos por encima de la cabeza. Observe las diferencias entre una y otra mama, las posibles alteraciones del contorno de los senos: bultos, durezas, retracciones del pezón y de la piel; comprueba también si existe, ulceración, eczema y secreción de sangre o pus.

- Palpación

Debe realizarla acostada porque en esta posición los músculos se relejan y esto facilita la palpación.

Palpación de la mama: Acuéstese boca arriba sobre una cama o una superficie plana. Ponga una almohada pequeña o una toalla doblada debajo de su hombro derecho, y ponga el brazo derecho detrás de la cabeza a nivel de la nuca.

Después, con los tres dedos centrales juntos y planos, de la mano izquierda, presione suave pero firmemente con las yemas de los dedos trazando círculos alrededor de la mama, empezando desde el más alejado al pezón, hacia él y en el sentido de las agujas del reloj.

Palpación de la axila: Siguiendo en la misma posición debe palpar la axila correspondiente a la mama que estás explorando para descartar la aparición de bultos; para ello, la presión que has de ejercer debe ser mayor que en el caso anterior.

Palpación de la areola y pezón: Presiona el pezón entre los dedos pulgar e índice (para observar si existe secreción) y levanta el pezón junto a la areola para comprobar si existe buena movilidad o adherencia.

En caso de que las mujeres hayan cumplido o superen los 40 años, deberán solicitar a su médico que les indique una mamografía. Existen imágenes radiológicas en ausencia de lesiones palpables indicadoras de una afección que puede ser un problema.