Sala 1: “Un jardín de perfumes” de Nilda Rosemberg.

Esta artista que vive y trabaja en Bahía Blanca, desarrolla su obra a partir de los elementos textiles permitiendo una experimentación en el campo de las artes visuales y performáticas. Rosemberg se desempeña como profesora en las carreras de Diseño y Artes y dicta talleres de producción y reflexión de arte; además de realizar curadurías y diseño de montaje de exposiciones.

Sala 2: “Soñar despierta” de Clara Firpo y Sofía Quirno.

Clara Firpo: su interés por la pintura esta concentrado en desarrollar aspectos formales como el color y la forma en su esencia, como es que conviven e interactúan, despojándolos de sus aspectos narrativos o descriptivos.

Sofía Quirno: su trabajo se relaciona con la cotidianeidad. Recolecta imágenes y situaciones que luego reinterpreta en pinturas, instalaciones o videos. Su interés se centra en elementos que podrían parecer intrascendentes como un papel en la vereda, una ventana abierta, una acción, un gesto, que luego convierte en protagonistas de sus paisajes.

Sala 3 y 4: “Bicicletas y bicicletas” de Cielo Mejias, Guillermina Victoria, Nicolás Hernandorena, Osvaldo Morúa.

La bicicleta es el motivo de reflexión para estos cuatro artistas plásticos, quienes recuperan su significación literal gracias a los nuevos valores de vida sana y ecología.

En este sentido, la conservación del uso de la bicicleta es uno de los aciertos de la actualidad. Sin dejar de ser un artefacto mecánico y dinámico ofrece la complacencia de lo natural en medio del ajetreo urbano. Modesta y servicial, permanece en su diseño sin pretensiones: un cuadro, dos ruedas, un manubrio; cualquier chico habilidoso es capaz de desarmarla, subir el asiento, inflar sus gomas o emparchar sus cámaras. Y a todo esto, duerme en casa, aligera los mandados y nos concede horas de exquisito paseo al aire libre.

“Bicicletas y bicicletas” muestra las técnicas del dibujo, la pintura y la escultura que los artistas utilizan para expresar su arte.