El Tribunal Oral Nº 1 de la ciudad de Azul fijó fecha de juicio oral y público contra Bernardo “Cebolla” Scheinsohn para el mes de marzo del año 2013, por lo que este será uno de los primeros casos de Olavarría que se ventilarán en la justicia el año próximo.

Scheinsohn será juzgado por el delito de “Homicidio Agravado Criminis Causa, Robo agravado por el uso arma y homicidio agravado criminis causa en grado de tentativa todos en concurso real” a raíz de los hechos ocurridos el 20 de octubre de 2004 en la vivienda que ocupaban Leticia Massolo y su madre Ana del Zotto de Massolo.

Hace algunos meses atrás, y luego de la extradición de Cebolla desde Brasil a la Argentina, la Fiscal Viviana Beytía formalizó la imputación y cerró la instrucción de la causa elevando la misma a Juicio.

El aval de la Justicia de Garantías de Olavarría permitió que las actuaciones llevadas adelante por Beytía sean mantenidas en cuanto a los delitos por los que ahora será juzgado Scheinsohn.

La formalización de la fecha del debate se dio luego de los pasos habituales y tras la presentación de las partes de la prueba que será utilizada en el transcurso del debate.

Leticia Massolo diálogo con Radio Olavarría y se mostró “tranquila” y “confiada” al conocerse la fecha de Juicio aunque no dejó de ocultar su “tristeza” dado que su testimonio será fundamental durante las audiencias para reconstruir lo sucedido.

Al mismo tiempo dijo estar algo “intranquila” con lo que podría llegar a suceder ante una eventual condena “él tiene que pagar lo que hizo”, afirmó.

Hay que recordar que hasta la llegada del Juicio Juan Bernardo “Cebolla” Scheinsohn seguirá detenido en la Unidad Penitenciaria de General Alvear.

Los hechos.

El 20 de octubre de 2004, Ana Del Zotto de Massolo (84 años) y su hija Leticia Massolo (61 años en aquel momento) estaban solas en su casa de España 3479, en el barrio Mariano Moreno, cuando recibieron la visita de una persona a la que supuestamente conocían, porque no violentó el acceso sino que logró que le abrieran el paso.

Por el modo en que los investigadores encontraron la casa poco después, el agresor buscaba dinero, ya que revolvió toda la vivienda, convencido de que se hallaba allí una suma en efectivo.

Discutió con las dos mujeres. Usando un sifón recargable las sometió a una bestial golpiza. A Ana la mató y a Leticia creyó matarla, porque la abandonó sin saber que se recuperaría lentamente y daría luego su testimonio a la policía.

Huyó en un automóvil gris, dejando tras de sí el sifón abollado con el que atacó a las mujeres, la casa revuelta y con manchas de sangre por todos lados. Abandonó a Leticia (prima hermana del padre de “Cebolla”) casi agonizante y a Ana muerta. Y dejó un faltante de entre 600 a 5.000 pesos.

Todas las pistas condujeron de inmediato a Juan Bernando “Cebolla” Scheinsohn, de 30 años y trato frecuente con las dos mujeres atacadas. Poco antes de desaparecer de la Ciudad, el prófugo alcanzó a decirle a un allegado “me estoy yendo de viaje”.

Al poco tiempo, Leticia Massolo estaba en condiciones de dar testimonio ante los investigadores. A “Cebolla” lo buscaron en campos y quintas de Olavarría, en Mar del Plata y en el Gran Buenos Aires. Se dijo que podía estar en cualquier lugar del país, o en el extranjero.

En marzo del 2006, el Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires publicó que ofrecía “pública recompensa en la cantidad de pesos cinco mil ($ 5.000) a pesos treinta mil ($ 30.000) a las personas que aporten información fehaciente que permita lograr la localización y detención de Juan Bernardo Scheinsohn, alias “Cebolla”, argentino, DNI 24.595.334, nacido el 30 de junio de 1975, con último domicilio conocido en Alsina 2991 (esquina Dorrego), Piso 2°, Depto. B, Olavarría. La orden de captura ha sido dictada por considerarlo autor de los delitos de homicidio calificado y homicidio calificado en grado de tentativa del que resultaran víctimas Ana Amalia del Zotto de Massolo y Leticia Massolo el día 20 de octubre de 2004”.

El lunes 12 de mayo de 2008, un llamado le indicó a policías locales que una persona que coincidía en todo con el prófugo más buscado de la historia olavarriense estaba alojado en una celda de Brasil.

La detención se produjo por un delito menor, un hurto, pero como el documento de identidad no convenció a los policías de la ciudad de Porto Seguro (nordeste de Brasil), consultaron a Interpol.

Y allí aparecieron los rasgos similares al olavarriense buscado desde hacía tres años y medio.